Presión institucional y diplomática
Frente al silencio cómplice y la inacción de los Estados implicados —Cuba, México y Ecuador—, esta sección recoge todas las iniciativas encaminadas a ejercer presión política, institucional y diplomática, tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de romper el bloqueo oficial que protege a los responsables de la tragedia del vuelo DMJ972.
Creemos en el poder de la acción articulada para denunciar, visibilizar y activar responsabilidades allí donde los mecanismos judiciales son insuficientes o deliberadamente obstaculizados. Nuestra estrategia combina la diplomacia ciudadana, la incidencia ante organismos multilaterales y el uso legítimo de los canales institucionales para exponer las graves negligencias encubiertas.
Objetivos específicos:
Interpelar a gobiernos e instituciones públicas que han protegido a los responsables directos o han omitido sus funciones de regulación y supervisión.
Activar la responsabilidad internacional de los Estados en casos de violaciones a los derechos humanos, a través de canales diplomáticos, comisiones parlamentarias y organismos de control.
Exigir pronunciamientos y medidas cautelares a instancias como:
Naciones Unidas (ONU)
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
Parlamento Europeo
Organizaciones de Aviación Civil y Derechos Humanos
Acciones ya emprendidas o en curso:
Envío de cartas diplomáticas a embajadas y cancillerías solicitando colaboración activa y pública.
Contacto con diputados, eurodiputados y congresistas solidarios para incluir el caso en comisiones de derechos humanos.
Solicitud formal a la OACI para que se pronuncie y revise las licencias otorgadas a Aerolíneas Damojh (Global Air).
Petición a organismos internacionales de derechos humanos para el seguimiento del caso como una violación al derecho a la verdad y la justicia.
Invitamos a organizaciones, abogados internacionales, defensores de derechos humanos y diplomáticos con vocación de justicia a sumarse y apoyar esta estrategia de presión legítima.
La justicia no tiene fronteras. La impunidad tampoco debería tenerlas.